Existen muchos factores que pueden llevarnos a comer de más, como una rutina acelerada, falta de autocontrol, e incluso aburrimiento. Cuando esto se limita a un episodio puntual no corremos grandes riesgos, pero, no es así si se vuelve algo habitual. Para evitar este problema, compartimos algunas tácticas sencillas que puedes incorporar en tu día a día.