La prevención del cáncer del mama se define como el conjunto de medidas que se toman para reducir la probabilidad de padecerlo. Es un camino individual que repercute en el colectivo: al prevenirlo, se reduce el número de nuevos casos de cáncer en un grupo o población. Las estadísticas bajan.

La meta es que las personas estén más sanas, pero también que se reduzca la carga del cáncer y disminuya el número de muertes causadas por esta enfermedad.

Nuestros genes, el estilo de vida que mantenemos, y el entorno que nos rodea operan juntos para aumentar o disminuir el riesgo de padecer cáncer. El riesgo de cada persona se compone de una combinación de estos factores.

Y en definitiva de eso se trata: de reducir los factores de riesgo, cuando esto es posible. Ciertos tipos de cáncer están relacionados con mutaciones de genes que a veces se encuentran en grupos familiares, se heredan de los padres. No se pueden prevenir pero sí se puede saber que existe ese riesgo, y ese conocimiento pueda ayudar a la prevención.

Entre los factores de riesgo que una persona puede modificar se encuentran:

Es importante aclarar algo: evitar los factores de riesgo y aumentar los factores de protección puede reducir el riesgo, pero no significa que por hacerlo no se vaya a desarrollar cáncer. Nada se puede reducir a cero. Pero a más factores de protección, menos riesgo.

También se están estudiando otras maneras de prevenir el cáncer, entre ellas:

Hay factores de riesgo para el cáncer de mama que no son modificables per se, entre ellos:

No está claro si los siguientes factores afectan el riesgo de cáncer de mama:

Entre los factores de riesgo para el cáncer de mama, la edad es el más crítico. La probabilidad de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad. Una mujer de 30 años tiene una probabilidad de aproximadamente 1 en 175 de ser diagnosticada con cáncer de mama en los próximos 10 años, mientras que una mujer de 70 años tiene una probabilidad de 1 en 9 de desarrollar la enfermedad durante el mismo período.

Las mujeres de 50 a 69 años que se realizan mamografías de detección tienen una menor probabilidad de morir de cáncer de mama que las mujeres que no se las realizan. La mamografía de detección disminuye las muertes por cáncer de mama al identificar casos para tratamiento en una etapa más temprana.

Otros factores de riesgo importantes:

Tejido mamario denso. Tener tejido mamario denso en una mamografía es un factor de riesgo de cáncer de mama. El nivel de riesgo depende de la densidad del tejido mamario. Las mujeres con mamas muy densas tienen un mayor riesgo de cáncer de mama que las mujeres con baja densidad mamaria.

El aumento de la densidad mamaria suele ser un rasgo hereditario, pero también puede presentarse en mujeres que no han tenido hijos, que han tenido su primer embarazo en etapas avanzadas de la vida, que toman hormonas posmenopáusicas o que consumen alcohol.

Menstruación precoz. El inicio de la menstruación antes de los 12 años aumenta el número de años que el tejido mamario está expuesto al estrógeno.

Menopausia tardía. Cuantos más años menstrúe una mujer, más tiempo estará expuesto el tejido mamario al estrógeno.

Nacimiento del primer hijo a una edad avanzada o no haber dado a luz. El embarazo reduce el número de ciclos menstruales a lo largo de la vida de una mujer. El tejido mamario está expuesto a más estrógeno durante períodos más prolongados en mujeres

El uso de tamoxifeno y raloxifeno para reducir el cáncer de mama también puede discutirse con el médico.