Hay esperanza para una de las enfermedades del cerebro más temida 

3 feb. 2022

Hay esperanza para una de las enfermedades del cerebro más temida

Tiempo de lectura: 6 minutos

Desgarra la memoria en pedazos, va borrando el pasado, los lazos de afecto, quiénes somos y lo que fuimos.  Al mismo tiempo se revela un mundo cuasi infantil, en donde se vive un presente perpetuo, con sonrisas, incoherencias y tristezas sin explicación.  Es el Alzheimer, una enfermedad degenerativa que afecta a 50 millones de personas a nivel mundial. 

El avance del Alzheimer es en parte una paradoja del desarrollo médico. Con el avance de la ciencia ha aumentado la esperanza de vida, y gracias a este enorme logro hay una población senior cada vez más grande, que es la que está en más riesgo de padecerlo: se estima que la cifra de personas que vivan con la afección se elevará globalmente a 78 millones para 2030. 

En los Estados Unidos, más de 6 millones de personas tienen un diagnóstico de Alzheimer y  casi dos tercios son mujeres. En Latinoamérica y el Caribe, la cifra se acerca a los 10 millones, una prevalencia alta comparada con otras regiones: de entre 7.5% y 11% de las personas de 65 años y más. 

Para las millones de personas con la afección, en 2021 surgió una esperanza, en la forma de una medicación, la primera aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en casi dos décadas, para tratar la afección, llamada aducanumab. 

Sin embargo, la aprobación de esta medicación ha sido controversial. 

Una anciana construyendo un rompecabezas de madera en forma de cubo mientras su esposo observa

Hasta hoy se sabe que el Alzheimer es:

  • La forma más común de demencia 
  • Una enfermedad progresiva que comienza con la pérdida leve de la memoria y probablemente lleve a la pérdida de la capacidad de tener una conversación y responder al entorno. 
  • Involucra a las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. 
  • Puedeafectar gravemente la capacidad de una persona para realizar las actividades de la vida diaria. 

Los científicos todavía no saben qué causa el Alzheimer. La enfermedad lleva el nombre del doctor Alois Alzheimer. En 1906, el Dr. Alzheimer notó cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto de una enfermedad mental inusual. Sus síntomas habían incluido pérdida de memoria, problemas de lenguaje y comportamiento impredecible. Después de su muerte, examinó su cerebro y encontró muchos grupos anormales (de lo que ahora se llama placas amiloides) y haces de fibras enredadas (ahora llamados nudos neurofibrilares o tau). 

Estas placas y ovillos en el cerebro todavía se consideran algunas de las características principales de la enfermedad de Alzheimer. Otra característica es la pérdida de conexiones entre las células nerviosas o neuronas del cerebro. Las neuronas transmiten mensajes entre diferentes partes del cerebro y desde el cerebro a los músculos y órganos del cuerpo. 

Al momento, no hay cura para el Alzheimer. 

Hasta la presentación en sociedad del tratamiento con  aducanumab, las terapias básicamente se enfocaban en tratar los síntomas, y manejar los cambios de personalidad y conducta asociados a la afección. Estos giros en la forma de ser de la persona con Alzheimer pueden ser graduales. Desde un olvido que parece “normal” o que culturalmente se asocia con la edad pero no con la enfermedad, a otros  más abruptos, por ejemplo cuando de repente la persona no llega a su hogar simplemente porque no encontró el camino de regreso. 

¿Es aducanumab una cura para el Alzheimer y otras demencias?

Aducanumab (Aduhelm™) es el primer medicamento que combate la biología fundamental de la enfermedad. Según la FDA, logra reducir las placas de amiloides lo que probablemente genere una reducción en la debacle clínica que causa la afección. Esto puede alargar el tiempo en que las personas puedan tener una vida normal, realizar actividades, tener su independencia y mantener sus memorias. 

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La Alzheimer's Association no considera que el tratamiento con aducanumab sea una cura de la enfermedad y coincide en que es probable que pueda retrasar la declinación cognitiva y funcional. 

La publicación The Medical Letter explica que para que esto ocurra, este fármaco debe administrarse cuando la persona tiene un deterioro cognitivo leve, y esto es parte de la controversia. Uno de los problemas centrales de la enfermedad es que está subdiagnosticada y que gran parte de las personas llegan a la consulta médica cuando ya ha pasado esa ventana de oportunidad durante la cual la nueva medicación resultaría efectiva. 

Además, expertos aseguran que el deterioro cognitivo varía ampliamente de persona a persona, por lo cual los parámetros del tratamiento con aducanumab pueden ser difíciles de delimitar. 

En resumen, algunos de los ángulos de la controversia son: 

  1. Los ensayos clínicos demostraron que, en un tratamiento con aducanumab de dosis alta durante un año y medio retrasaba el deterioro cognitivo solo cuatro meses. La FDA le ha pedido a los fabricantes de la droga, Biogen y Eisai Inc. que produzcan más resultados con la droga en el mercado y nuevos ensayos clínicos. 
  2. Aunque se sabe que la droga actúa eficazmente eliminando la placa amiloide, esto no ha demostrado de manera contundente que logre frenar la progresión de la afección. 
  3. Los cambios clínicos no son significativos en tiempo y en intensidad. 
  4. Las resonancias magnéticas que se hicieron en los pacientes que tomaron esta medicación en dosis altas detectaron edema cerebral en el 35 % de los casos y microhemorragias en el 19 %, según un informe de la FDA. 
  5. La terapia es costosa, unos $56,000 dólares por año de tratamiento. 

Aunque la edad es el factor de riesgo conocido más importante para el Alzheimer y otras formas de demencia, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento biológico. Además, no afecta exclusivamente a las personas mayores: la demencia de inicio joven (YOD), definida como el inicio de los síntomas antes de los 65 años, representa hasta el 9% de los casos. 

El Alzheimer es una enfermedad compleja que involucra procesos clínicos y determinantes sociales. Estudios demuestran que las personas pueden reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia si realizan actividad física, no fuman, evitan el uso nocivo de alcohol, controlan su peso, llevan una dieta saludable y mantienen niveles saludables de presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre. Todos factores relacionados con cuestiones que van desde el medio ambiente hasta el nivel económico y el acceso a la atención médica. 

Marido y mujer sentados en la mesa del desayuno tomando café y tomando sus medicamentos juntos

Esto sin mencionar factores de riesgo adicionales como la depresión y el aislamiento social. Tanto del afectado por el Alzheimer como de su cuidador, una tarea que cae abrumadoramente en los hombros de las mujeres. 

Una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, que culmina en 2025, busca mejorar las vidas de las personas con Alzheimer a través del aumento del diagnóstico temprano y de la atención. Con vistas a un mundo que tendrá dos veces más personas perdiendo sus memorias para 2030. 

 

En todos los casos, siempre hable con su médico sobre las mejores opciones para su salud y bienestar.

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