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Las fiestas son la época del año para el encuentro de seres queridos y para estar felices. Pero para muchas personas, también pueden ser momentos de inmenso estrés. La presión de asistir a reuniones, encontrarse con la familia e interactuar con los demás puede ser abrumadora.  

Los últimos días del año se convierten en terreno fértil para disparar o intensificar uno de los trastornos mentales más comunes: la ansiedad social (SAD, por sus siglas en inglés), que se define como un temor persistente a las situaciones sociales o públicas, al extremo de querer evitarlas a toda costa.  

La buena noticia es que muchas personas están pasando por lo mismo y que hay varias técnicas y recursos para mantener una actitud positiva frente a las exigencias sociales de la vida y de las fiestas en particular. 

La persona que sufre de ansiedad social, un trastorno conocido previamente como fobia social, siente un miedo profundo y crónico a ser observada y juzgada. Se trata de una sensación más intensa que la timidez, que aparece sin aviso y puede ser difícil de controlar.  

La ansiedad social puede interferir en momentos clave de la vida, como enamorarse, ir a la universidad, conocer gente, hacer amigos, empezar un trabajo nuevo o participar de reuniones familiares o fiestas. Si no se trata, esta sensación de temor social puede bajar la autoestima y profundizar el estrés y la depresión. 

Este trastorno se puede expresar de distintas formas. Puede ser generalizado, es decir causar miedo frente a toda situación pública o social, o puede enfocarse en una determinada acción, por ejemplo, tener que hablar ante un grupo de personas. En todas sus formas, la ansiedad social se revela con síntomas característicos como temblor, náuseas, sudoración excesiva y dificultad para hablar, entre otros. Estas señales se pueden transformar a su vez en el centro del miedo, y entonces generar un círculo vicioso y opresivo que es difícil de romper. 

Sin embargo, la ansiedad social es muy común y hay muchas maneras de abordarla. En todas partes, este trastorno se asocia con características sociodemográficas específicas. Se presenta más en jóvenes que en adultos mayores, suele dispararse en la infancia tardía o durante la adolescencia,  y rara vez se desarrolla después de los 25 años. Es más frecuente en mujeres, aunque una mayor proporción de hombres busca ayuda para esta afección.  

Investigadores consideran que hay un peso cultural importante en cómo se percibe la ansiedad social. La mayoría de las personas no son conscientes de esta afección y sólo consultan a su médico después de haberla padecido durante muchos años.  

Estrategias efectivas para abordar y superar la ansiedad social 

Para tratar la ansiedad social, el primer gran paso es detectarla. Puede ser la misma persona,  un familiar o amigo quien observe si el grado de miedo ante ciertas situaciones sociales ha cruzado una línea. 

La terapia cognitiva-conductual es la estrategia base para abordar la ansiedad social, ya que reduce la ansiedad al eliminar creencias o comportamientos que estimulan al trastorno. Esta terapia también aborda las razones por las cuales una persona teme no ser aprobada socialmente y genera un aumento de la autoestima. Hablar con pares sobre la ansiedad en sesiones grupales y desarrollar habilidades sociales como aprender a expresarse, resolver problemas interpersonales o entablar amistades son estrategias  que enseñan a manejar la ansiedad social. 

También es importante fortalecer aquellos lazos sociales a los que no se teme. Son estas relaciones finalmente las que definen a una persona y las que ayudarán en el camino hacia una apertura social sin sufrimiento.  

Conocer los disparadores de la ansiedad social y las formas de prevenirla o minimizarla puede marcar una enorme diferencia en la calidad de vida y en las interacciones con los demás, y hacer que el día a día (y las próximas semanas) se viva con plenitud. 

Recuerde, siempre consulte con su médico o profesional de la salud para determinar las mejores opciones para su cuerpo y su salud y para responder cualquier pregunta que pueda tener sobre cualquier asunto médico.