¿Quiere comer saludable? Antes elimine estos viejos mitos 

11 ene. 2022

¿Quiere comer saludable? Antes elimine estos viejos mitos

Tiempo de lectura: 6 minutos

Millones de personas tienen algo en común y no lo saben: todas quieren perder peso. Ya sea por razones médicas o estéticas, porque no están felices con la imagen que refleja el espejo o porque se sienten observados o juzgados por la forma de sus cuerpos, este grupo de consumidores puede ser más susceptible a creer en mitos relacionados con la nutrición. 

A nivel mundial, el 45% de las personas está tratando de perder peso, según un sondeo publicado a comienzos de 2021. El mismo trabajo muestra que poco más de la mitad (52%) estaría dispuesta a hacer más ejercicio y comer de manera más saludable, sin llegar a hacer dieta para conseguir su objetivo. Pero 4 de cada 10 (44%) personas sí optarían por dietas que restringen el consumo de ciertos alimentos. 

Solo en los Estados Unidos, unos 45 millones de personas empiezan una dieta cada año. Esto es cerca del 17% de la población de 20 años y más en un día determinado. De ellos, el 16.4% son hispanos.

Mujer comiendo una ensalada y mirando tristemente su comida

Las mujeres hacen dieta más que los hombres, y el rango de edad en el que se elige restringir los alimentos, especialmente las calorías para bajar de peso, es entre los 40 y los 59 años. 

El deseo de lucir “mejor” supera a la razón y muchas veces esto impide que se tomen decisiones bien informadas, esenciales para una buena nutrición, una dieta balanceada, y para la salud en general. Las redes sociales exponen un sinfín de publicaciones diarias con sugerencias para perder peso, la mayoría de las cuales son incorrectas. 

A continuación, mencionamos algunos de los mitos más comunes que alimentan la desinformación y previenen mantener una nutrición adecuada cuando una persona se pone a dieta: 

  1. Eliminar calorías de golpe es lo único que ayuda a bajar de peso. Varios estudios muestran que concentrarse solo en las calorías y dejar de lado la nutrición no ayuda a perder kilos de manera saludable. Aunque quemar calorías y crear una baja calórica definitivamente es importante en el plan general, desterrarlas por completo puede dejar fuera alimentos altamente nutritivos y útiles en una dieta, por ejemplo, el aguacate, que es bajo en colesterol y sodio, y muy rico en el necesario potasio. 

  2. Saltar comidas es la estrategia adecuada para perder kilos. Cuando se saltan comidas, el metabolismo se ralentiza, por lo que los alimentos que se consumen no se “queman” rápidamente. Además, en general saltar comidas genera un hambre voraz que provoca que la próxima comida sea una bacanal. Esto altera el proceso digestivo en formas que perjudican a la dieta y a la salud estomacal. 

  3. La clave es no comer carbohidratos. Expertos aseguran que toda dieta que elimina un grupo nutricional por completo no es saludable. Y, de hecho, los carbohidratos buenos, por ejemplo los que provienen de los productos típicos de la dieta mediterránea tienen un rol clave en la prevención de afecciones crónicas, como las cardiopatías. No se trata de borrar de la lista a los carbohidratos, que son macronutrientes esenciales, sino de elegirlos con sabiduría. 

    Las legumbres como los frijoles y las lentejas, el maíz, los granos integrales, los arándanos, el yogur y la leche, las manzanas y la avena son una buena elección. Sin embargo, para una buena nutrición, habría que limitar el pan blanco, la masa de pizza, las pastas, los postres dulces e incluso revisar las etiquetas de muchos cereales famosos para ver su contenido de azúcar. 

    Tampoco hay que olvidar que las fibras son un tipo de carbohidratos y son esenciales para la buena digestión. 

  4. Todas las grasas son malas. Es uno de los mitos nutricionales más potentes, y aunque la ciencia ya ha demostrado que no todas las grasas son enemigas de la salud, en el imaginario colectivo, todavía lo son. El cuerpo humano necesita consumir grasa para funcionar de manera adecuada. Entre sus muchas tareas, aporta energía y ayuda a absorber las vitaminas. Por eso, la distinción debería ser entre el tipo de grasas que se consume. Hay cuatro tipos de grasas: 
    Las saludables: monoinsaturadas y poliinsaturadas 
    Las no saludables: saturadas y trans 

    El punto es reemplazar lo malo por lo bueno, y mantenerse dentro de la meta de gramos de grasa diarias. 

  5. El desayuno es la comida del día más importante. Alguna vez tuvo ese título, lo que no solo volvió al desayuno un componente esencial de la nutrición sino que también generó una industria multimillonaria de productos enfocados en las primeras horas del día.  

    Ahora, los expertos coinciden en que se necesita más investigación para comprender la relación entre un desayuno saludable y el control del peso. Otras investigaciones sugieren que omitir el desayuno puede no ser tan malo y también puede ayudar a controlar el peso. 

  6. Todos los batidos y jugos son saludables. Es importante tener en cuenta que la mayoría de los jugos y batidos que se venden en las tiendas están cargados de azúcar y calorías. Cuando se consumen en exceso, pueden causar  aumento de peso y otros problemas de salud como niveles anormales de azúcar en sangre. 

    Hay  jugos y batidos que pueden ser muy nutritivos. Por ejemplo, un batido rico en nutrientes o un jugo recién hecho compuesto principalmente de vegetales sin almidón puede ser una excelente manera de aumentar la ingesta de vitaminas, minerales y antioxidantes. 

  7. Hay que ser delgado para estar sano. Este es otro poderoso mito. Culturalmente, en la mayoría de las sociedades, las personas delgadas son vistas como un modelo saludable a seguir. Pero, ¿menos peso siempre equivale a más salud? Incluso las mediciones científicas están sesgadas. Cuando se habla de índice de masa corporal (IMC), se indica que si una persona tiene un IMC de 25 o más tiene sobrepeso, y si es de más de 30, es obesa. Pero esta variable no determina si la persona es saludable dentro de su índice. 

Estudios muestran que, especialmente los adultos jóvenes flacos, pueden estar en riesgo de afecciones crónicas por malos hábitos de estilo de vida. 

Hoy en día se habla de peso ideal. Es decir, ese número en la balanza con el cual la persona se siente cómoda y saludable y que es el que resulta de muchas variables, no solo de la altura y el peso real. Un número consecuencia de una nutrición balanceada, que ayuda tanto al organismo a funcionar bien como a la mente a permanecer sana. Un número que no tenga que pasar por el filtro de la mirada social para legitimarse. 

En todos los casos, siempre hable con su médico sobre las mejores opciones para su salud y bienestar. 

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