Vacunas, una de las formas más rentables de salvar vidas

15 sep. 2021

Vacunas, una de las formas más rentables de salvar vidas

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Durante más de 3,000 años, la viruela, una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que provocaba horribles lesiones en la piel, mató a 3 de cada 10 personas que se infectaban. Muchos de los que se recuperaban tenían de por vida cicatrices en grandes áreas de sus cuerpos, especialmente en la cara. Algunos quedaban ciegos.

Desde 1977 no ha habido casos de viruela y es una enfermedad que hoy en día se considera erradicada del planeta. ¿Cómo se logró? Con la herramienta de salud pública más económica y eficaz que la ciencia haya desarrollado: una vacuna.

A través de mecanismos biológicos que logran “enseñarle” al sistema inmune humano a luchar contra los gérmenes que causan enfermedades, las vacunas han logrado erradicar, eliminar o controlar a unas 20 enfermedades que en el pasado ponían en peligro millones de vidas.

Solo entre 2010 y 2018, a nivel mundial se evitaron 23 millones de muertes con la aplicación de la vacuna contra el sarampión.

Las vacunas generan una protección estacional, como la de la gripe, que hay que aplicarse cada año; a mediano plazo, como la del tétanos, o a largo plazo, como la del sarampión.

Este beneficio no es solo individual, sino que es exponencial: cuando todos los que viven en una comunidad están vacunados, se alcanza lo que se llama “inmunidad de rebaño” o inmunidad colectiva, es decir que las personas vacunadas crean anticuerpos que forman una suerte de escudo protector que previene la enfermedad.

Inmunidad y protección desde la infancia

La salud, y por ende el bienestar, que se logra a través de la vacunación también libera al sistema de salud de una carga económica que no debiera tener, atendiendo casos de enfermedades que son prevenibles a través de las vacunas.

Alcanzar la inmunidad contra enfermedades como el cólera, la difteria, la polio, las paperas y la meningitis, entre otras, es un proceso sanitario que comienza en la mayoría de los países en la infancia. Con calendarios y campañas de vacunación, los niños, desde que nacen hasta el final de la adolescencia, reciben sus dosis de vacunas y van fortaleciendo sus sistemas inmunes.

Un bebé acostado boca abajo en el consultorio de un médico recibiendo sus vacunas


En la mayoría de los países hay un grupo de vacunas que son obligatorias, es decir que los niños deben recibirlas como requisito, al nacer y cuando entran al sistema escolar en sus distintos niveles. La  mayoría de los médicos recomiendan seguir el calendario de vacunación recomendado por las autoridades sanitarias de cada país.

La investigación en el campo de las vacunas es enorme y está en constante evolución. Las siguientes son las que generalmente forman parte de los calendarios de inmunización infantiles:

  1. Tuberculosis
  2. Difteria
  3. Hepatitis B
  4. Influenza
  5. Encefalitis
  6. Sarampión
  7. Meningitis
  8. Paperas
  9. Tos ferina
  10. Neumonía
  1. Polio
  2. Rabia
  3. Rotavirus
  4. Rubéola
  5. Tétanos
  6. Tifoidea
  7. Varicela
  8. Fiebre Amarilla
  9. Cólera
  10. Virus del Papiloma Humano

Los padres deben tratar de vacunar a sus hijos de acuerdo con el calendario en cada país. Un retraso significativo en la vacunación pone a los niños en riesgo de las enfermedades graves que las vacunas podrían prevenir.

Calendario de vacunación por país

Si se pasa por alto una dosis de la vacuna, los padres deben hablar con su médico. En una única visita médica puede administrarse más de una vacuna, aunque a menudo se combinan varias de ellas en una sola inyección. Por ejemplo, existe una vacuna que combina las vacunas contra la tosferina, la difteria, el tétanos, la poliomielitis y la Haemophilus influenzae tipo b en una sola inyección. La combinación de vacunas simplemente reduce el número de inyecciones necesarias, y no compromete la seguridad o su efectividad.

Los adultos también necesitan vacunas, pero las que son obligatorias en las primeras décadas de la vida son las que construyen la plataforma a partir de la cual los individuos y las sociedades pueden volverse más fuertes.

Datos clave en América Latina

Aunque las vacunas suelen ser económicas, y en muchos casos son los gobiernos los que solventan sus costos, todavía hay en el mundo 20 millones de niños que cada año no reciben las vacunas que necesitan para prevenir ciertas enfermedades.

La región de las Américas tiene una de las tasas de vacunación más alta del mundo. Como ejemplo, en 2018, el 88% de los niños de menos de un año recibieron las tres dosis de la vacuna DTP3, contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. Así y todo, muchos menores no reciben sus vacunas, especialmente en zonas rurales y selváticas aisladas de los centros urbanos. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1.4 de los 15 millones de niños que viven en las Américas no completan su calendario de vacunación.

Es difícil estimar el valor completo de las vacunas. Son fáciles de administrar, las personas las pueden recibir en distintos lugares: hospitales, consultorios, escuelas, farmacias, y en el caso de la vacuna contra con COVID-19 hasta en plazas y parques de diversiones.

Lo más importante: las vacunas han contribuido sustancial y dramáticamente a reducir la carga de las enfermedades transmisibles y la mortalidad asociada a estas afecciones. Cada año se salvan 3 millones de vidas gracias a la vacunación. Tanto en los países desarrollados como en lo que están en vías de desarrollo,  han sido -y siguen siendo- el motor preventivo de enfermedades graves.

¿El mayor riesgo? No vacunarse

Cuando se abre una grieta en esta sólida inmunidad masiva, por personas que no quieren vacunar a sus hijos, ocurren brotes de enfermedades prácticamente desaparecidas, como el de sarampión, que enfermó a cerca de 60 personas en Disneyland, en California, en 2015.

Otra vez, el costo no solo es individual, sino colectivo. En los Estados Unidos, la pandemia de COVID es un ejemplo, más niños están siendo diagnosticados con COVID y están siendo hospitalizados por la infección, muchos de ellos de entre 12 y 15 años, los más jóvenes que pueden recibir la vacuna. La inmunización oportuna tal vez podría prevenir la complicación de salud y los costos de atención médica adicionales.

Para los expertos en salud pública, se trata de prevención de enfermedades. Pero una perspectiva interesante es la de los economistas de la salud, que ven a la prevención generada por la vacunación como una expresión de riqueza a futuro.

Cada dólar gastado en los Estados Unidos en la vacunación infantil, podría ahorrar $3 dólares desde la perspectiva del consumidor, y $10 desde el sistema de salud. De la misma manera, por cada dólar invertido en vacunación en los 94 países de más bajos ingresos, se ahorrarían $16 en costos de atención médica.

La evidencia teórica y empírica ha demostrado que la salud tiene un papel importante como motor del crecimiento económico. Mejorar los resultados de salud, lo que se logra en gran parte a través de la vacunación, puede tener un impacto positivo en los resultados económicos y el bienestar social, por ejemplo, a través de vidas laborales más largas, mayor productividad, mejores resultados educativos, inclusión social y reducción de costos de atención médica.

Para GAVI, The Vaccine Alliance, el mensaje es simple: La inmunización es una de las formas más rentables de salvar vidas, mejorar la salud y garantizar la prosperidad a largo plazo.

Recuerde, siempre consulte con su médico o profesional de la salud para determinar las mejores opciones para su cuerpo y salud y para responder cualquier pregunta que pueda tener con respecto a cualquier asunto médico, incluyendo las vacunas.

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