Suplementos y vitaminas, ¿son necesarios para combatir COVID-19?

12 jun. 2020

Suplementos y vitaminas, ¿son necesarios para combatir COVID-19?

Tiempo de lectura: 7 minutos, 34 segundos

La idea de que no hay prácticamente ningún sustituto de una dieta bien balanceada, y que los alimentos son la fuente ideal de las vitaminas y minerales que necesita una persona no es algo nuevo. Sin embargo en los últimos años se ha reforzado el mensaje de que nuestros cuerpos prefieren fuentes naturales de vitaminas y minerales, sencillamente porque se absorben mejor.

“Los suplementos nunca son un sustituto de una dieta equilibrada y saludable", dice la Dra. JoAnn Manson, profesora de epidemiología en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, al mencionar en un artículo los múltiples estudios médicos que sustentan su afirmación. "Y pueden distraernos del estilo de vida saludable, prácticas que confieren beneficios mucho mayores”, agrega Manson.

Entonces, ¿no son necesarios los suplementos de vitaminas y minerales? En realidad, sí. 

Hay afecciones médicas que ponen a las personas en alto riesgo de tener deficiencias nutricionales, y hay enfermedades que pueden prevenirse y tratarse con ciertos suplementos nutricionales. Pero la forma de consumirlos debería estar dirigida por un profesional de la salud, que dirá quién necesita qué y dónde adquirir un suplemento.

También existen pautas para grupos específicos, como las mujeres embarazadas. El ácido fólico es especialmente importante para el desarrollo fetal saludable, y una deficiencia puede causar espina bífida, una afección neurológica.

¿Se puede reforzar el sistema inmune?

Desde la declaración de la pandemia de COVID-19 y el comienzo del confinamiento, la alimentación diaria cobró más espacio. A las normas y procedimientos en el manejo y la preparación de los alimentos en casa, las compras seguras y el lavado frecuente se sumó el papel que tiene la dieta y la nutrición en el sistema inmune.

El estado de nutrición y el sistema inmune, así como la predisposición a adquirir infecciones, son factores que están relacionados. Por eso, las personas desnutridas tienen más riesgo de contraer infecciones virales y bacterianas. 

A la inversa, las infecciones crónicas o severas repercuten sobre el estado nutricional de las personas. De ahí la importancia de mantener una buena alimentación durante esta pandemia de COVID-19. 

La experiencia médica con otras afecciones crónicas, como hipertensión, diabetes, incluso personas que viven con VIH u otras afecciones inmunodeficientes, sugiere que una dieta de buena calidad y una suplementación con multivitamínicos podría contribuir a reducir el riesgo de desarrollar COVID-19. 

Los productos que afirman estimular o "apoyar" el sistema inmune generalmente se dividen en formulaciones de vitaminas y probióticos.

Hay algo de verdad en la idea de que las vitaminas pueden ayudar a la inmunidad. Las vitaminas pueden prevenir enfermedades y otros problemas de salud, pero solo en personas con desnutrición grave, pero no en el adulto promedio. Por lo tanto, las formulaciones vitamínicas harán poco para ayudarlo a estar saludable si ya está sano.

Cuando se trata de probióticos, también hay algo de verdad en la idea de que las bacterias y los organismos que viven en su intestino pueden desempeñar un papel en su salud.

Pero lo cierto es que todavía no hay suficiente evidencia de cómo usar estos suplementos dietéticos para corregir problemas y aliviar enfermedades. Mientras tanto, la alimentación diaria equilibrada, completa y variada sigue siendo  lo más importante en cualquier caso.

Doctor prescribing medications at a table with apples and jar of medications

¿Qué es exactamente una dieta equilibrada?

Una alimentación saludable se basa en el consumo de vegetales, frutas, granos enteros, legumbres, nueces y semillas. También implica un consumo moderado de pescado, aves, lácteos bajos en grasa, así como cantidades limitadas de carne roja, carne procesada, alimentos procesados, carbohidratos simples y azúcar. 

Todo con cantidades moderadas de aceites vegetales como aceite de oliva, aceite de canola o aceite de soja o soya para cocinar.

Una dieta saludable adecuada en calorías que proporciona nutrientes para cubrir los requerimientos de proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables, vitaminas y minerales puede ayudar a mantener un peso adecuado según la estatura y constitución física.

Si alguien contrae el nuevo coronavirus, tendría mayor protección si tiene una alimentación saludable y de calidad. En especial si cuenta con la cantidades adecuadas de minerales y vitaminas que proporciona la dieta. Estos elementos ayudan a asegurar un suficiente número de células del sistema inmune y anticuerpos, esenciales para que el organismo tenga una mejor capacidad de respuesta a infecciones.

Aún falta mucho por saber sobre el efecto de los nutrientes y la COVID-19, sin embargo hay estudios previos respecto de la relación de nutrientes específicos con otras infecciones virales.

Suplementos de vitaminas y minerales, ¿cuándo tomarlos?

Las encuestas dietéticas suelen mostrar que muchas personas tienen una alimentación deficiente que no cubre las recomendaciones de vitaminas y minerales que sugieren las guías de alimentación nacionales. A veces por falta de disponibilidad de alimentos, otras por costo o por malos hábitos alimentarios. Una situación que se agudizó aún más durante la pandemia de COVID-19.

Por su posible beneficio en algunas infecciones virales, algunos suplementos de vitaminas y minerales podrían ayudar en especial a personas mayores o con déficit de algún nutriente. En todos los casos es recomendable consumirlos bajo prescripción médica en dosis adecuadas. 

Zinc

Es fundamental para una adecuada respuesta inmune. Por ejemplo, una revisión de siete estudios demostró que 80-92 mg por día de zinc puede reducir la duración del resfriado común hasta en un 33%, acortar la duración de síntomas como los de la gripe y contribuir a la recuperación. 

Con una dieta variada, por lo general, el cuerpo recibe suficiente zinc. Las fuentes alimentarias de zinc son, entre otras, el pollo, las carnes rojas y los cereales fortificados para el desayuno.

Debido a que es necesario para la función de las células inmunes, la deficiencia de zinc puede conducir a una respuesta inmune debilitada.

Las personas usan zinc por vía oral para tratar los resfriados, pero esto puede disminuir la eficacia de algunos medicamentos y provocar efectos secundarios.

Vitamina C

La vitamina C actúa como un antioxidante limitando la inflamación y daño de los tejidos asociados con la respuesta inmune. En algunos estudios se ha mostrado que reduce significativamente la incidencia de infecciones de las vías respiratorias. En el uso clínico en pacientes de terapia intensiva ha dado buenos resultados.

Según estudios sobre su efectividad contra los virus que causan el resfriado común, la vitamina C no parece hacer que las personas sean menos propensas a resfriarse, pero puede ayudar a sobreponerse más rápido y hacer que los síntomas sean menos severos.

Es bastante fácil satisfacer las necesidades de vitamina C a través de una dieta siempre que una persona coma frutas y verduras variadas. Por ejemplo, una sola naranja mediana proporciona el 77% de la ingesta diaria recomendada (IDR) y 1 taza (160 gramos) de brócoli cocido proporciona el 112% de la IDR.

Vitamina D

La vitamina D cumple importantes funciones, quizá la más importante es regular la absorción de calcio y fósforo y facilitar la función normal del sistema inmune. La vitamina D se obtiene de tres fuentes: alimentos, suplementos y luz solar.

Pocos alimentos contienen vitamina D de forma natural. Debido a esto, algunos alimentos están fortificados. Esto significa que se ha agregado vitamina D. Los alimentos que contienen vitamina D incluyen salmón, sardinas, yema de huevo, camarones, leche (fortificada), cereal (fortificada), yogurt  (fortificado) y jugo de naranja (fortificada).

La evidencia que proporcionan algunos estudios clínicos sustenta que la suplementación de vitamina D ayuda a reducir infecciones agudas del tracto respiratorio (por virus) en un 12 a 75%. Estos estudios incluyeron gripe de temporada y pandémica causada por el virus H1N1, en 2009.

El efecto benéfico de la suplementación se observó en pacientes de todas las edades y en personas con afecciones preexistentes. Por ejemplo, algunas personas se recuperaban más rápido si habían tomado dosis mayores de vitamina D de 1000 UI. Los mayores beneficios se observaron en personas que presentaban deficiencia previa de vitamina D. Esto debe ser discutido siempre con un médico.

Tenga en cuenta que muchos suplementos multivitamínicos/multiminerales ya contienen de 1000 a 2000 UI de vitamina D. Lea las etiquetas.

Multivitamínico/multimineral

Las multivitaminas son suplementos que contienen muchas vitaminas y minerales diferentes, a veces junto con otros ingredientes. Como no existe un estándar para lo que constituye un multivitamínico, su composición varía según la marca y el producto.

Podrían ser de ayuda, pero deben cubrir los estándares de las recomendaciones diarias (RDA, en inglés) de vitaminas y minerales, es decir el nivel de ingesta diario, suficiente para satisfacer los requerimientos de nutrientes de casi todas las personas sanas (97%-98%). Estos valores varían según la edad y el sexo.

Por último...

  • Evite tomar megadosis de vitaminas y minerales. Los suplementos que cubren las recomendaciones diarias son más que suficientes.
  • Evite tomar suplementos de alguna vitamina o mineral o suplementos “mágicos” que prometen prevención, cura o tratamiento de COVID-19 no avalados por las agencias de salud pública. Ningún suplemento curará o prevendrá la enfermedad. 
  • Debido a que los suplementos no se consideran medicamentos, no pasan los mismos controles estrictos de seguridad y efectividad que los medicamentos.

En resumen, los suplementos de vitaminas y minerales no son sustitutos de una buena alimentación. Nunca contienen todos los beneficios que brindan los alimentos saludables. Es especialmente importante comprender que ningún suplemento, dieta u otra modificación del estilo de vida que no sea el distanciamiento físico o social y las prácticas de higiene adecuadas pueden protegernos de la COVID-19.

Fuentes: Harvard Medical School, Making Sense of Vitamins and Minerals, JAMA, Vitamin and Mineral Supplements, What Clinicians Need to Know, National Institute of Health (NIH), Zinc , Nutrients, Iron and Zinc Nutrition in the Economically-Developed World: A Review, NIH, Vitamin C for Preventing and Treating the Common Cold

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