Cómo saber si estamos criando bien a nuestros hijos

26 jul. 2019

Cómo saber si estamos criando bien a nuestros hijos

Quizá hoy, más que en el tiempo de las generaciones que nos preceden, los padres estamos mucho más  atentos a los sentimientos de los hijos y a sus inquietudes. Sabemos que nuestros hijos deben ser amados por lo que son y nos preocupa ayudarlos a manejar grandes desafíos.  La forma en que hablamos con los niños y la forma en la que nos relacionamos con ellos pueden haber cambiado con el tiempo, pero las emociones positivas como el amor, la alegría y la gratitud siempre serán las que ayudarán a criar hijos amorosos y adultos compasivos y felices, según la ciencia.

Las investigaciones sugiere las relaciones entre padres y bebés o niños pequeños  muestran que la conexión positiva y receptiva es un recurso fundamental que ayuda a desarrollar un mayor sentido de unión y confianza entre padres e hijos, desde los primeros meses de vida. Abrazar y hacer reir a un bebé,  compartir juegos y logros en completa sintonía y mirarlos con orgullo crean las primeras emociones positivas, especialmente ricas para el crecimiento y desarrollo.

Litle girl playing in a large field blowing bubbles while parents watch and smile
father teaching his toddler son how to play soccer on an empty soccer field

 

Las  emociones positivas son necesarias toda la vida, no solo en los primeros años de vida. Son especialmente beneficiosas para la salud mental y de ellas dependerán los sentimientos más profundos, como el amor.  Para algunos científicos, como la doctora Barbara Fredrickson, esos momentos en sintonía constituyen  la unidad más elemental de amor, que hacen que los hijos se sientan confiados, seguros y cerca de sus padres, a cualquier edad.

“Estos momentos de conexión positiva que los padres pueden desarrollar con sus hijos son, como lo describió un neurocientífico, un fertilizante para el cerebro. Apoyan el desarrollo cognitivo y el desarrollo de habilidades sociales. Una de las cosas más importantes que podemos dar a nuestros hijos es la atención atenta y en sintonía”, dice  Fredrickson, una experta en psicologia positiva, directora del  laboratorio Positive Emotions, The University of North Caroline at Chapel Hill.

¿Cómo lograr esa conexión? Las siguientes son algunas ideas para poner en práctica:

  • Gratitud y empatía
    Expresar gratitud y comprensión, y enseñarles a demostrarla

    En 2006, un estudio analizó el vínculo entre padres e hijos desde el punto de vista de la gratitud y comprobó que enseñar a ser agradecidos mejora la relación que los niños y adolescentes tienen con amigos, hermanos, maestros, entrenadores y, por supuesto, padres. Expresar gratitud con palabras, textos, pequeños obsequios no solo los entusiasma a ser mejores sino a ser agradecidos ellos mismos. Es bueno decir “gracias mamá por la cena”, aunque mamá cocine todos los días. O “gracias papá por venir a mi juego de baloncesto”, si finalmente papá se hizo tiempo para verlos jugar. Estos gestos simples y a la vez profundos no tienen que manifestarse solo en días especiales.  Una nota de afecto pegada en el refrigerador en cualquier momento provocará una sonrisa y una emoción positiva al menos entre quien la escribió y su destinatario.

    La empatía es la capacidad de identificarse con el otro, comprenderlo y compartir sus sentimientos. Se trata de una habilidad que, como seres humanos, ayuda a los niños a establecer relaciones saludables en todo nivel: familiar, de amistad y, en el futuro, en sus trabajos.

    La idea de “ponerse en el zapato de los otros” para poder comprender, forma niños con mentes abiertas,  dispuestos a aceptar a los demás y a ser sensibles. Hablar con ellos, contar, ver y leer historias  juntos, puede ser la mejor manera de compartir y comunicar esos valores.
Mother giving daughter a high five while teaching her math
Father throwing son in the air and catching him

 

  • Rescatar el amor por jugar y reir
    Objetivo: distraerlos de las pantallas

    La vida moderna, con el trabajo y las presiones cotidianas, ha reducido el tiempo para dedicar a los hijos. Pero siempre hay que recordar que la calidad de los momentos es lo que cuenta. Aprovecharlos para jugar y reirse es crear un espacio para emociones positivas. Por ejemplo, durante la cena, en vez de mirar una pantalla,  contar cuentos,  decir adivinanzas o trivias con ellos. Aún los niños que nacieron con una pantalla en la mano pueden ser estimulados  con esos juegos de siempre.  Se trata de vivir  experiencias "desconectadas" de un dispositivo electrónico.

    Los días de vacaciones en la playa, la montaña, el campo o simplemente visitando un parque, dan la oportunidad de emocionarse,  mirando y sintiendo la naturaleza juntos en sintonía. Siempre tener un balón a mano para jugar, hablar sobre el lugar que van a visitar, y contar historias. Buscar un tema de conversación que por alguna razón los apasione, algo que hayan visto en la escuela o una noticia curiosa,  puede generar una conversación sorprendente con los hijos.

    No olvidar que la Organización Mundial de la Salud y las academias de pediatría recomiendan cero tiempo de pantallas para  niños menores de 1 año. Los niños de 2 a 4 años no deben pasar más de una hora por día frente a una pantalla, y menos, aún mejor.
  • Tomar el control de la tecnología
    Enseñarles a usar de manera inteligente sus dispositivos

    Tarde o temprano, el niño o adolescente tendrá un celular o una tableta en sus manos. Por un lado veremos que es algo bueno –finalmente ha facilitado la comunicación las 24 horas del día–. Pero a la vez, los padres sienten que están llenos de miedos y sospechas y que han perdido el control.

    En este punto, los padres deben  empoderar a sus hijos para que ellos  mismos sepan discernir entre las  bondades de las redes e internet, y los peligros y engaños, desde que son pequeños.  El vínculo que tengan con el mundo virtual los ayudará en su desarrollo y en un manejo inteligente de la tecnología no solo en la adolescencia, sino también cuando sean adultos.

    El famoso director de cine Steven Spielberg dijo una vez,  "La tecnología interrumpe nuestra propia historia, interrumpe nuestra capacidad de pensar o soñar despierto, de imaginar algo maravilloso porque estamos demasiado ocupados en el camino desde la cafetería a la oficina mirando el teléfono celular ”.

    Es inevitable convivir con dispositivos y redes sociales cada vez más sofisticades y adictivos. Sin embargo, esto no debe desalentar a los padres a encontrar el modo de compartir momentos y emociones positivas, aún con tecnología mediante.  

Fuentes:

Joseph Henry Laboratories of Physics, Princeton University, Princeton, NJ 08544, USA,  Speaker-listener neural coupling underlies successful communication.Greatergood, Berkeley University,  Seven ways to foster gratitude in kidsPew Research Center, Teens, Social Media and TechnologyUnicef Evidence based policy making on child internet use in Latin AmericaWorld Health Organization (WHO) To grow up healthy, children need to sit less and play moreAmerican Academic of Pediatrics

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